Fantasmas y Malas Sombras by Dan Abnett

autor:Dan Abnett [Abnett, Dan]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Usuario
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00

IX

Maggs había traído un machete. Posiblemente fuera un cuchillo de carnicero de una de las cocinas del Armaduke, pero servía como machete. Iba cortando las vides y las enredaderas que bloqueaban su ruta a lo largo de la pared. El ambiente era absurdamente oscuro. Las sombras estaban sobre ellos como un peso.

A lo lejos, Kolea podía escuchar el torrente de los lanzallamas. Mantuvo su arma lista y firmemente sujeta.

-¿Qué ha dicho?- preguntó Rerval detrás de él. Kolea se volvió. Su ayudante se estaba quitando los auriculares.

-¿Tienes algún contacto?

-No, no. Usted ha dicho algo.

-Nadie ha dicho nada- dijo Luffrey.

-Dijiste “Piedras de águila”. Alguno de ustedes lo hizo- dijo Rerval.

-¿Qué gak son “Piedras de águila”?- preguntó Maggs.

-Nadie ha hablado- dijo Kolea.

-Pero yo lo escuché- dijo Rerval.

-Tenemos que seguir moviéndonos- aconsejó Baskevyl.

Continuaron. No se oía nada excepto el chapoteo de sus botas en el barro, el ruido de la hoja de Maggs mientras se abría paso, y sus jadeos. Hacía calor. Todos sudaban con fuerza.

-Ya está bien, dejad esa broma de feth- dijo de pronto Rerval.

Todos le miraron.

-¿Qué?- preguntó Luffrey.

-Alguien lo ha dicho de nuevo. Justo en este instante- dijo Rerval. -“Piedras de águila. Quiero las piedras de águila. Traédmelas”.

-¿Has oído eso?- le preguntó Kolea.

-Como un susurro, señor- asintió Rerval.

-¿De verdad, no será una broma?

-¡Lo juro por el Trono!

Kolea se volvió para mirar a los demás.

-Una broma es una broma, pero ya es suficiente- dijo. -Decidme ahora mismo, ¿quién de vosotros está tomando el pelo a Rerval?

En medio de la penumbra verde y negra, todos los demás negaron con la cabeza.

-Entonces voy a abortar esta misión inmediatamente- dijo Kolea.

-¡Mierda!- dijo Baskevyl. -¡Gol no podemos hacer eso! ¡Después del Reach, estamos sólo al veinte por ciento de municiones y apenas al quince por ciento de promethium! ¡Necesitamos estos suministros!

-Es verdad- dijo Gol -pero aún más importante es que nos mantengamos vivos. Aquí hay algo. Sombras malas, Bask. Sombras malas de feth.

-Vamos, Gol- dijo Baskevyl. -Unos pocos metros más y estaremos en la puerta. Tendremos despejada toda la plataforma al caer la noche. Lo necesitamos.

-No. Voy a llamarle- dijo Kolea con firmeza.

-Gol- dijo Baskevyl -si no cogemos estos suministros, en el próximo combate que se presente vamos a estar metidos en mierda hasta el cuello. Cargas para los fusiles láser, proyectiles de bólter. Promethium. Feth, ¡lo necesitamos!

Kolea miró a la cara envuelta por las sombras de su amigo.

-Muy bien- dijo. -Continua. Quiero saber dónde está Caober con ese feth hombre de la Armada. ¿Rerval? Continua llamando, quiero los aburras hasta que logremos contactar con la nave.

-Sí, señor.

-Sí me entero que alguno de vosotros está gastando una broma- advirtió Kolea al resto -quiero que sepáis una cosa. Tengo un palo. Con el nombre de Baskevyl en él. Pero los nombres pueden ser cambiados con mucha facilidad.

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